Fernando Villavicencio es alauseño, tiene 59 años, es periodista de investigación y fue asambleísta nacional del Ecuador entre 2021 y 2023. Fernando es un hombre sencillo, de abajo. Nació el 11 de octubre de 1963 en Sevilla, una parroquia rural del cantón Alausí. Ahí, viviendo en el páramo y las terrazas de trigo, aprendió desde pequeño a labrar y respetar la tierra y hermanarse con los más humildes.
Por nosotros, en defensa de las clases menos favorecidas, Fernando desde adolescente se vinculó a organizaciones sociales indígenas y de trabajadores. En 1996, Fernando trabajó como comunicador social en Petroecuador, y después en 1999, fue líder sindical de la Federación de Trabajadores Petroleros (Fetrapec) hasta octubre de 1999.
Fernando es un investigador nato, experto en encontrar las triquiñuelas de los corruptos en miles de documentos. Es una amante de la verdad. Por eso decidió ser periodista. Como tal y como asesor del exasambleísta Cléver Jiménez (entre 2009 y 2014), reveló e investigó los casos de corrupción más polémicos del correísmo.
Fernando desde el principio supo identificar al enemigo de su pueblo y de la democracia: la delincuencia de cuello blanco. Su valentía para revelar los negociados con dinero público provocó una feroz persecución política y judicial por parte del correísmo durante casi una década.
Correa lo enjuició por el delito de injurias cuando hizo pública una investigación sobre el 30S donde lo acusó de delitos de lesa humanidad. Fernando y su familia incluso soportaron un allanamiento en diciembre de 2013, cuando un escuadrón del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) de la Policía invadió su casa ilegalmente y confiscó su información. En marzo de 2014, Fernando, junto a Jiménez y el médico Carlos Figueroa fueron sentenciados por las cortes de Correa a 18 meses de prisión.
Empezó una auténtica cacería de brujas. Fernando y su familia vivieron años de angustia y persecución. Entonces, buscó protección en el territorio del pueblo indígena de Pastaza, Sarayaku. Después Fernando fue asilado político en Perú donde continúo investigando el caso Petrochina y los negocios de la intermediación petrolera. Volvió a Ecuador en septiembre de 2017.
Fernando nunca ha dejado de escribir, ni siquiera en el exilio. Es autor de diez libros.
Como periodista ha colaborado con varios medios de comunicación ecuatorianos y del mundo y ha creado sus propios portales en internet, como Focus Ecuador y Periodismo de Investigación, junto al periodista Cristian Zurita.
Las potentes investigaciones de Fernando y su equipo, por ejemplo, el caso Sobornos (Arroz Verde), Refinería de Esmeraldas, Petrochina, Ina Papers y otros, han provocado la reacción de la justicia ecuatoriana y de Estados Unidos. Gracias a sus publicaciones los líderes del correísmo hoy están prófugos, presos o procesados por delitos contra la administración pública.
En 2021, el pueblo ecuatoriano decidió sentar a Fernando en el Parlamento; representó a la Alianza Honestidad. Como presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea luchó contra la corrupción de ayer y de ahora, presentó al país al menos diez informes de fiscalización y presidió 16 juicios políticos.
Fernando, hoy busca la presidencia del Ecuador, una presidencia de valientes.